viernes, 4 de octubre de 2024

RECITAL POÉTICO EN CASA BAR ASTARTÉ


Esta noche he leído "Ciudadanos" y "Me gustas así". Olvidé mencionar el nombre de mi blog.

Un par de chicas poetas usan seudónimo, dicen que para separar el yo persona del yo personaje. ¿Una especie de disfraz, de licencia para decir, otra actitud para hacer, Arthur Fleck y Guasón?

La mayoría de los poetas contaron en su biografia, leída al ser presentados, que comenzaron a escribir poemas a los 16 años. Yo me quedé pensando en eso y recordé que tengo escritos del año ochenta, cuando tenía diecisiete. 

El poeta más joven fue un niño de doce años. Leyó un poema sobre la primavera, el sol, el fin de la lluvia y sus sensaciones. Un encanto. 

Al final de cada participación, el moderador hacia una pregunta al poeta. Dijo que para conocer a la persona por detrás del/de la poeta. Justo de ese asunto conversaba minutos antes de iniciar el recital con una poeta de dieciocho años. Y esa fue la pregunta que le hicieron a uno de los recitantes, que respondió citando al Marqués de Sade y argumentó que fue una persona repulsiva, pero que dejó obras de valía hasta hoy. Yo creo que la obra tiene su propio valor, al margen de quien la escribió. Y que cada persona tiene sus méritos y deméritos, al margen de su obra. 

Eso de la pregunta al final de cada presentación no me gusta. Ya saben la opinión del moderador. La mía es que nos saca de ese "estado" mágico al que nos lleva la poesia, disipa los sentimientos, memorias, reflexiones y signos neurológicos que nos asaltan durante su lectura de la apropiación del simbolismo que trae consigo. Prefiero seguir degustando el placer sensorial que produce el poema, de la trascendencia de sus palabras, que regresar a la tierra de un jalón en el pie. No se trata de eclipsarlo inmediatamente. Además, es una manera de ir conociendo al poeta, pues, como leí hace poquito -Copilot atribuye la autoria a Garcia Marquez- "...uno siempre escribe sobre lo que no ha resuelto, o desde sus carencias". Para conocer las opiniones de los poetas sobre tal o cual asunto, relacionadas o no con los poemas leídos, basta entregarse a una sana conversación al final del recital con los poetas participantes y con los asistentes. Por eso se llama recital. Después viene el conversatorio.

Esta noche hubo poco público, y eso que había entrada libre. Muchos poetas fueron con sus familias. Los recitales poéticos siguen siendo un evento de nicho; sin embargo, la cantidad de gente que escribe poesía es impresionante. Más oferta que demanda. En los recitales que vengo participando, nunca he vuelto a ver a un poeta de recitales anteriores, o sea, siempre vi gente nueva. Y eso que los poetas se mueven de un distrito a otro -hasta entre ciudades- para compartir su arte. La literatura no muere. Ni la poesia. Ni la gente ya no lee, como se dice por ahí.

Todos están en Instagram. Tengo que abrir un perfil.