miércoles, 13 de noviembre de 2024

¿ERES GENTIL?

                                                                Imagen creada con IA

¿A quién saludas cuando sales de tu casa? ¿Lo haces con un movimiento de cabeza, con la voz apagada, con un "buenos días"? Cuándo te cruzas con una persona, ¿le das la mano, cruzas cuatro palabras con ella? ¿Ayudas a alguien en la calle? ¿Sueles hacer los favores que te piden? O mejor aún, ¿te adelantas y sorprendes?

Hoy 13 de noviembre es el Día Mundial de la Gentileza.

Los tiempos que vivimos son duros y muy poco gentiles. Conflictos armados, religiosos, étnicos, desinterés por el otro -en todas sus dimensiones-, crisis económicas que tumban países, desastres naturales que arrasan ciudades, violencia urbana que enluta familias, huelgas justas desoídas, discusiones caseras por "quítame esta paja" y dejo de extenderme porque esta lista es infinita. Empero, siempre hay personas que no desmayan en ese propósito.

Alguien que te llama después de tiempo para saber de ti, alguien que te comparte mitad de sánguche durante la merienda en la oficina, alguien que te abraza con ganas y no por costumbre, alguien que te escucha y te anima cuando tienes una pena, que te ayuda en tu mudanza, alguien que no te invisibiliza, que ayuda a personas vulnerables, que te prepara la sopita cuando tienes fiebre.

O sencillamente te pregunta: ¿te sientes bien?

Yo mismo, cansado del consabido "buenos días, buenas tardes o buenas noches" o del "hasta luego" sin contacto visual -además de ser todos saludos fríos y mecánicos- he optado por decir, esbozando una sonrisa, "que tengas un buen día" o "que pases un buen fin de semana" a los vecinos que encuentro en el ascensor del condominio donde vivo. Porque en varios casos, genera una respuesta parecida. Y la persona dirige la mirada hacia ti -la gente en el ascensor mira al infinito o al celular- y pone cara de sorpresa, un gesto amable en ella. Y me hace sentir mejor. Y espero que le suceda lo mismo.

¿Demasiado simple? ¿Parece que no ayuda?

Argumentos médicos sostienen que ser gentil reduce la presión arterial, la ansiedad y depresión y promueven la empatía. Un estudio demostró que la práctica diaria durante un mes de un acto de gentileza elevó los niveles de dopamina y serotonina -las hormonas de la felicidad- de los pacientes estudiados. Otro, que las personas gentiles producen más oxitocina, lo que reduce el estrés.

¿Quieres saber más?

Leyendo The Rabbit Effect podrás conocer los beneficios de ser amable en el cuerpo humano.

"A gentileza gera gentileza" fue una campaña de solidaridad emprendida para ayudar a las víctimas de un circo incendiado en Niterói. Conoce a su creador, el Profeta Gentileza, su obra y "mandamientos".

¿Te diste cuenta? Acabas de ser gentil conmigo. Me leíste hasta el final. Yo que pasé horas editando este texto. ¡Gracias!

Para terminar, ¡no dejes de ver el siguiente video! https://youtu.be/A6PWu3EH7Xw?si=viZmf3swg7kHMQSH

Y si quieres comentar, ¡bienvenido!

Y no olvides hacer tu acción gentil hoy. Y mañana. Y pasado.

Publicado originalmente en LinkedIn: https://www.linkedin.com/posts/lev-alberto-vidal_gentileza-activity-7262441613153505280-f6kR?utm_source=share&utm_medium=member_desktop

martes, 12 de noviembre de 2024

@bastaríaMirarte...


@bastaríaMirarte
para volver a incendiarme,
para volver a fundirme
y nunca más olvidarte.

@bastaríaMirarte
para correr y gritarte
que te amaré hasta matarte,
QUE TE AMARÉ HASTA MATARTE!

@bastaríaMirarte
para pensar, para creer, para existir,
para de lejos sentir
mi boca besarte.

@bastaríaMirarte
para querer flagelarme
para por ti envenenarme
para evitar necesitarte.

©

LevAlbertoVidal/???

viernes, 8 de noviembre de 2024

RECITAL EN BARRANCO

Este fue el último recital del año, tanto para mí como para el organizador, el colectivo "Dimensión Poética".
Participamos 8 poetas, varios con poemarios publicados, con temáticas diversas, desde el amor hasta la denúncia. 


Aproveché para anunciar que mi primer poemario bilingue "Cuarto sin llave" había entrado en la víspera a impresión, así que para el siguiente recital ya podré mostrarlo en público. Esta vez sí mencioné el nombre de este blog -lo olvidé en el recital anterior- y le pedi al auditorio que lo visite

Fue el turno de leer "Loto", "Otro día" y "O abraço". Este último creo que sorprendió a los asistentes, pues lo recité en portugués, idioma en el que está escrito. Mi sorpresa fue que unas cuatro o cinco personas levantaron la mano cuando pregunté, antes de leerlo, quién entendia o sabia portugués.



Luego del recital, Alfredo, el organizador, nos invitó a un compartir en un local cercano al Puente de los Suspiros, donde algunos de los poetas nos reunimos para una buena tertulia y un brindis. 

domingo, 20 de octubre de 2024

O ABRAÇO

"O abraço", Josef Kunstmann, 1949

Abraçamo-nos.
Tu rodeaste os braços no meu pescoço, como sempre fazias. 
Eu rodeei tua cintura e amarrei minhas mãos nas tuas costas. 
Forte. 
Apertei forte. 
Tu também. 
Meti o nariz no teu cabelo. 
O mesmo cheiro de sempre. 
Fartei-me dele. 
Cheirei tua orelha, comi teu brinco. 
Enlevei-me. 
Beijei teu pescoço. 
Mordi-o delicadamente. 
Tu te arrepiaste e sorriste. 
Comeste minha orelha. 
Como sempre comias. 
Beijaste-a e comeste-a novamente. 
Teu rosto corou. 
Tua respiração ofegou. 
Beijaste-me na bochecha. 
Procuraste minha boca. 
Achaste-a. 
Beijaste-a como nunca. 
Apertei-te mais forte, subi os braços até teus ombros, por baixo do teu cabelo. 
Meti as mãos nele e comecei a apertá-lo. 
Tu adoravas quando eu fazia isso. 
Adoraste. 
Soltaste um suspiro. 
Um gemido, quis dizer. 
Abandonaste teu corpo nos meus braços. 
Eu, na verdade, já estava abandonado, tentando me segurar nos teus cabelos. 
Apertamo-nos mais forte. 
As bochechas lado a lado. 
As narinas respirando, violentamente. 
Os peitos juntos, como quando nos amávamos. 
Os sexos frente a frente. 
Ávidos. 
As pernas tremendo, a ponto de naufragar. 
Segredei-te ao pé da orelha te amo
Tu quase me enforcaste. 
Meteste o nariz que soava constipado no meu pescoço. 
Senti uma lágrima escorregando no meu caroço. 

©LevAlbertoVidal/08jun2017

viernes, 4 de octubre de 2024

RECITAL POÉTICO EN CASA BAR ASTARTÉ


Esta noche he leído "Ciudadanos" y "Me gustas así". Olvidé mencionar el nombre de mi blog.

Un par de chicas poetas usan seudónimo, dicen que para separar el yo persona del yo personaje. ¿Una especie de disfraz, de licencia para decir, otra actitud para hacer, Arthur Fleck y Guasón?

La mayoría de los poetas contaron en su biografia, leída al ser presentados, que comenzaron a escribir poemas a los 16 años. Yo me quedé pensando en eso y recordé que tengo escritos del año ochenta, cuando tenía diecisiete. 

El poeta más joven fue un niño de doce años. Leyó un poema sobre la primavera, el sol, el fin de la lluvia y sus sensaciones. Un encanto. 

Al final de cada participación, el moderador hacia una pregunta al poeta. Dijo que para conocer a la persona por detrás del/de la poeta. Justo de ese asunto conversaba minutos antes de iniciar el recital con una poeta de dieciocho años. Y esa fue la pregunta que le hicieron a uno de los recitantes, que respondió citando al Marqués de Sade y argumentó que fue una persona repulsiva, pero que dejó obras de valía hasta hoy. Yo creo que la obra tiene su propio valor, al margen de quien la escribió. Y que cada persona tiene sus méritos y deméritos, al margen de su obra. 

Eso de la pregunta al final de cada presentación no me gusta. Ya saben la opinión del moderador. La mía es que nos saca de ese "estado" mágico al que nos lleva la poesia, disipa los sentimientos, memorias, reflexiones y signos neurológicos que nos asaltan durante su lectura de la apropiación del simbolismo que trae consigo. Prefiero seguir degustando el placer sensorial que produce el poema, de la trascendencia de sus palabras, que regresar a la tierra de un jalón en el pie. No se trata de eclipsarlo inmediatamente. Además, es una manera de ir conociendo al poeta, pues, como leí hace poquito -Copilot atribuye la autoria a Garcia Marquez- "...uno siempre escribe sobre lo que no ha resuelto, o desde sus carencias". Para conocer las opiniones de los poetas sobre tal o cual asunto, relacionadas o no con los poemas leídos, basta entregarse a una sana conversación al final del recital con los poetas participantes y con los asistentes. Por eso se llama recital. Después viene el conversatorio.

Esta noche hubo poco público, y eso que había entrada libre. Muchos poetas fueron con sus familias. Los recitales poéticos siguen siendo un evento de nicho; sin embargo, la cantidad de gente que escribe poesía es impresionante. Más oferta que demanda. En los recitales que vengo participando, nunca he vuelto a ver a un poeta de recitales anteriores, o sea, siempre vi gente nueva. Y eso que los poetas se mueven de un distrito a otro -hasta entre ciudades- para compartir su arte. La literatura no muere. Ni la poesia. Ni la gente ya no lee, como se dice por ahí.

Todos están en Instagram. Tengo que abrir un perfil.


martes, 3 de septiembre de 2024

RECITAL POÈTICO BRASILEÑO

Celebrando el 202º aniversario patrio de Brasil, el Círculo Literario Dimensión Poética organiza el Recital Poético Brasileño.

Cuatro brasileños amantes de la poesia leyendo a poetas brasileños en portugués y sus propias poesias.

Sábado 7 de setiembre, 6pm Perú, 20h Brasil.

Link: https://fb.me/e/8FfKLK0z0  


Ver el video del recital: https://fb.watch/usJjeLzG97/ 



jueves, 4 de julio de 2024

EU NUNCA FUI PRA BAHIA

Eu nunca fui pra Bahia,

mas sou do Rio de Janeiro,

carnaval, fevereiro,

Maracanã sobre o mar.


Eu nunca fui pra Bahia,

mas conheço o Paraná,

coisa mais linda na vida

Curitiba, Caiobá.

        

Eu nunca fui pra Bahia,

mas morando em Goiás

sabiá e som de bateria

na boca cachimbo da paz.


Eu nunca fui pra Bahia,

mas já namorei no Pará

bendita nega Maria

maxixe ao Deus-dará.

        

Eu nunca fui pra Bahia, 

mas já ouvi tanta coisa,

mulata peito de rosa,

Olodum, Jubiabá.


Eu nunca fui pra Bahia,

mesmo que tarde eu vou,

buscar raízes, plantar alegrias,

e saber mesmo quem sou.


(c)LevAlbertoVidal, 199?-2024

domingo, 17 de marzo de 2024

MICRO ABIERTO Poesia, dramatización y música en vivo

 


Gracias a la librería Ciudad Librera por la invitación a participar en esta edición de Micro Abierto y compartir la noche con otros poetas y músicos.
Pueblo Libre, viernes 15/03/2024.

jueves, 18 de enero de 2024

RECITAL DE POESÍA


Gracias al poeta Alfredo Orihuela y el Círculo de Poetas Dimensión Poética participé en el recital de poesía que organizaron en Casa Tomada. 
Sábado 20/01/2024, 7p.m.


De izq. a der: Johnatan Ramírez, Luccia Gazlak, Eli Ludeña, Alfredo Orihuela (anfitrión), Noraya Ccoyure, Liz Lua, Fred Sagastume y yo.



Ver video de "Otro dia": https://youtu.be/Exxz0iv0TrY

Ver video de "Terreno baldio": https://youtu.be/meab57KMbrI

viernes, 5 de enero de 2024

¿El 2023 fue bueno para ti?

O te la hacen o uno siempre se lo pregunta al final de cada año o al comienzo del siguiente. Para extender la conversa, para comparase con el otro o consigo mismo o por la razón que fuere.

Para mí, como lector, fue bueno. Por segundo año consecutivo, alcancé a leer 7 libros, no uno cada 2 meses necesariamente, porque algunos los devoré en pocas semanas o días -como Un buen taxista es difícil de encontrar (Aarón Alva) y Trem-bala (Martha Medeiros)- y porque otros llevaron más tiempo por diferentes razones, sea porque se interpuso mucha carga de trabajo o periodos en que preferí ver series o películas o, seamos sinceros, una mayúscula desidia.

Lo concreto es que completé la lista con Aromas (Philippe Claudel), Delirio (Laura Restrepo) -éste me voló la cabeza, tanto por la historia como por la técnica de narración-, Martes con mi viejo profesor (Mitch Albom), Maridos (Ángeles Mastretta) -una de mis autoras favoritas- y El velo del miedo (Samia Shariff), que me cautivó más por la descripción de las abominables violaciones de derechos que sufren las mujeres bajo el integrismo musulmán que por la historia en sí.

Entre uno y otro también leí artículos sobre mi trabajo como profesor, blogs y escritos de amigos, un comic de La metamorfosis, algunos chistecillos y las ineludibles y nefastas noticias del acontecer diario, como diría el rey de los huachafos. En la primera mitad del año, fui invitado a ser juez en un concurso. Leer cuarenta y cuatro cuentos no fue una tarea, sino una distracción, un placer, una huida obligada de este mundo. Y un gran aprendizaje. Deberían invitarme todos los años.

Por tener más de 800 páginas, aún sigo leyendo desde el año pasado un libro delicioso de ensayos y crónicas de Mariana Enríquez -otra autora que idolatro-, El otro lado. También quedó pendiente el clásico Madame Bovary, del que leí unas ochenta y tantas páginas y lo dejé no sé por qué, porque me gustaba la novela. Fue un artículo en internet sobre el bovarismo y su relación con las actuales redes sociales lo que me llevó a comprarlo y comenzar a leerlo. Ahora que lo pienso mientras escribo, una posible explicación podría ser que me atacó una insatisfacción talvez climática -el frio y la humedad de Lima- o psicológica -los astros míos no estaban bien alineaos, chico- o conyugal, como le sucedió a la propia Emma.

Creo que no olvido ninguno. Pasemos a la música.

Fue bueno, también. Pudo ser mejor, pero tenía otros horarios laborales que respetar. Aun así, fue mejor que el 2022 porque se reanudó la actividad con uno de mis grupos, que llevaba una sequía prolongada, y porque se concretó un proyecto que nos llevó, con otro grupo, a tener tocadas mensuales que se prolongarán por los próximos dos años.

Tocar batería es una de mis pasiones y actividades favoritas. Nada se compara a darle duro a los tambores y que la gente se divierta. Nada se compara a la complicidad entre músicos que se revela en cada canción. Nada se compara a lavar la camisa sudada al día siguiente del show. Además, tiene la particularidad de hacerme bien al espíritu, al ego, a la salud y un poco al bolsillo.

¿Y la escritura?

Debió ser mejor. Escribí poco, dos textos en mi blog, dos en LinkedIn y también un par de capítulos de la segunda novela que comencé A.P. (antes de la pandemia). Lo bueno fue que me senté y escribí, saliera lo que saliera, sin rascarme la cabeza ni perder tiempo, editando después, como debe hacerse. Tal como estoy escribiendo este texto.

Finalmente, como profesor, una de mis mayores satisfacciones del 23 fue volver a dictar el taller de escritores y descubrir -o mejor dicho, constatar- entre mis alumnos y no alumnos, cuanta calidad literaria hay entre nosotros. Y siempre será una alegría y un privilegio poder contribuir al crecimiento personal y profesional de mis alumnos, viendo cada semestre cómo perfilan su vida y sus sueños.

Gracias por el 2023.

¡Quiero un 2024 mejor, mucho mejor!

¡Sea!

(c) LevAlbertoVidal/enero2024

 Originalmente publicado en https://www.linkedin.com/pulse/el-2023-fue-bueno-para-ti-lev-alberto-vidal-tkg3e

sábado, 25 de noviembre de 2023

ENTREVISTA EN LA FERIA VIRTUAL DEL LIBRO PERÚ


Los invito a ver la entrevista que me hace Leni Zilioto desde Mato Grosso, Brasil, sobre mi relación con Brasil, mi trabajo como profesor y mi novela Las Miradas. Conversamos en portugués, mas tenho certeza que vão entender...

Ver video 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

¡FELIZ DÍA DEL MÚSICO Y DE LA MÚSICA!

      

1991
2023


Cada 22 de noviembre se celebra el Día Internacional del Músico.

Se atribuye la conmemoración de esta fecha a Santa Cecilia, una romana inmortalizada en cuadros tocando laúd, órgano o arpa, canonizada gracias a su "irresistible atracción por los acordes musicales" y considerada desde entonces patrona de los músicos y poeta.

No pretendo historiar sobre su vida. Como músico que soy, sólo quiero aprovechar la ocasión para homenajear y abrazar a todos los músicos de la vida y, en particular, a los de mi vida, quienes me dieron y continúan dando el placer de su compañía en un escenario, el gozo de su amistad y la luz de sus enseñanzas.

Mi homenaje a los MÚSICOS que trabajan las madrugadas y vuelven a casa con el pan y los tamales, a los que van hasta la punta del cerro para ganarse su “bolo”, a los que cantan en las esquinas pese a la tos o el serenazgo, a los que alegraron nuestra vida y penas desde sus balcones o “mangueando” sufridos en las calles durante la pandemia, a los que se queman las pestañas, ojos y cejas componiendo para otros, a los que pasan años solfeándoles notas a sus alumnos.

A los ingenieros, médicos o abogados que en el fondo no tan fondo son músicos y vuelven corriendo a casa para practicar su instrumento, a los que gracias a su arte son el alma de los cumpleaños, a los que citan frases de letras de canciones en cada conversación y, cómo no, al músico que todos llevamos dentro, que desenfunda la guitarra mientras se baña, tararea con los headphones en las orejas mientras viaja en el transporte público, silba en la cola del banco o, como yo, toca unos tambores invisibles mientras maneja su auto.

¡Abrazos para ustedes!

En una escena de la película Pasante de moda, Robert de Niro, en su personaje de Ben Whittaker, cuenta que una vez leyó que “los músicos no se jubilan; dejan de tocar cuando dejan de tener música en el alma”.

¡FELIZ DÍA DEL MÚSICO Y DE LA MÚSICA

En Argentina también se celebra el Día Nacional del Músico cada 23 de enero, fecha de nacimiento del único, Luis Alberto Spinetta.

©LevAlbertoVidal/nov2023

miércoles, 13 de septiembre de 2023

MIÉRCOLES DE POESÍA

 


Otra edición de los Miércoles de Poesía organizado por el coletivo Días Circulares, esta vez en el Bar Delfus, que conozco muy bien. Participé leyendo mi poema "Me gustas así" escrito en el 2015 y que cada día me gusta más.




domingo, 30 de julio de 2023

MAÑANA...

Tu sonrisa de hoy es la razón por la que volveré mañana, le dije algunos minutos después de entrar por primera vez al pequeño restaurante dentro del mercado donde trabaja, cansado de la misma sazón desabrida de los contiguos menús económicos y luego de pensar varias veces si sería prudente decírselo pues de repente su marido es el dueño o el cocinero o su papá o su tío malo, si iría corriendo a contarle al marido que el cabeza blanca la había piropeado delante del otro cliente que compartía la misma mesa cuatro que el cabeza blanca, y que este otro cliente o comensal, no sé con qué frecuencia viene a comer, había soltado un mmff medio divertido y cómplice seguramente por el atrevimiento del cabeza blanca, o mejor dicho, por su poca o nula vergüenza o impudicia de soltarle así nomás un piropo a una mujer, más aún por ser ella quien es en el restaurante y por estar en una situación y lugar inopinados, pero se lo solté de una buena vez y de una sola porque sí, porque ella ya la había ofrecido en otras mesas, a la sonrisa me refiero, y yo la había advertido y la venía siguiendo con estos ojos por entre las mesas y clientes que esquivaba al caminar y porque por qué me habría de quedar con las ganas de decírselo, con ese nudo amarrado al pescuezo, ya pues, y si el marido se aparecía a pedirme cuentas le ofrecía disculpas, total no sabía que es casada, que cómo iba a saber que es tu mujer, ya está hombre, no le falté el respeto ni a ti tampoco, por el contrario halagué algo bonito de su persona y bueno si te incomoda todavía y para dejar las cosas de este tamaño me disculpo otra vez o tranquilo me voy a almorzar a otro lado y sanseacabó; pero ella se sonrojó hasta hacerce beterraga, se quedó de una pieza de pie frente a mí como cuando te pillan haciendo algo pecaminoso, yo sentado con una sensación un tantito inquieta por la satisfacción de habérselo dicho y otra sensación gustosa como de un placer escondido que me iba brotando en la cara y en el cuerpo y que empezaba a notarse según me iba subiendo la temperatura y me arremangaba la camisa y se me dibujaba ese placer entre una y otra oreja; y entonces le empezó a temblar el edificio de platos que acababa de recoger de la mesa vecina y había venido a la mía a traerme el cuchillo que olvidó poner al momento de tomarme la orden y se le olvidó para qué había venido a mi mesa porque se quedó muda como quien piensa para qué vine o qué vine a hacer yo aquí, hasta que se quebró algo en el ambiente, unos gritos de una muchedumbre levantada en protesta que salían de un noticiero por tevé, y ella como que volvió a la vida, creo que respiró de nuevo, sí, y vino un suspiro doble, de ella y del que comía a mi lado en la mesa, casi al unísono, y ese céfiro aligeró la carga del momento, disipó la escena congelada, provocó una risa sucinta y nerviosa en ella y le relajó el brazo tenso que sostenía la vajilla en la que otras personas habían apurado apurados su almuerzo para regresar al trabajo y laxó también su rostro chaposo pues como que ya empezaba a circular el aire nuevamente por la tráquea, cosa que yo y el cliente o comensal a mi lado pudimos notar clarito porque fue como un hipo callado que le saltó por el delantal sobre el pecho y sonrió primero con la levedad de la prudencia y segundo con el goce de la vanidad porque la sonrisa que me dedicó, que se hacía más genuina y desinhibida en tanto se enfriaba mi almuerzo, descubrió toda su ternura facial y desnudó su intimidad halagada; gracias señor le contestó al cabeza blanca con su vocecilla de ardilla amarilla del Parque Castilla, con sus labios amorenados y arrugados, el inferior más abembado que el superior, pero certeros ambos de su poder de incitación, que escudan una tropa de dientes de choclo en lata, y con sus ojos de sierra matutina plenos de ensoñación; así de pie frente a mí y por un tiempo mínimo talvez un segundo o tres o no sé cuánto posó su mirada en la mía, límpida y vehemente como un faro que me alumbraba con fuerza intestina y aunque incapaz en ese momento de afectar mi agudeza visual determinó durante el día una propensión a la alteración de mi ritmo cardiaco, asaz frecuente en la juventud; entonces ella se volvió y ya estaba enrumbando sus pasos cuando un ligero desequilibrio de su brazo que debió ser de su alma y se le reprodujo en el brazo ocasionó un balanceo en la ruma de loza y una súbita exclamación entrecortada que felizmente no trajo consecuencias funestas para la logística del restaurante y para su propio desempeño y dignidad y una vez salvado el percance siguió rauda su camino hasta desaparecer tras el vaivén de la puerta de ingreso a la cocina. 
Nadie vino a inquirirme. 

Mañana…

(c)LevAlbertoVidal/ene2023


viernes, 9 de junio de 2023

TERTULIA DE POETAS EN SU SALSA


Tertulia de poetas en su salsa.

Auditorio del Centro Cultural de la Municipalidad de Jesús María, 7 p.m.

Gracias a Roberto Rios del Águila por la invitación a leer.






lunes, 14 de noviembre de 2022

EL CHARLIE WATTS CALETA



No me causó pena la noticia del fallecimiento de Charlie Watts, como sí me sucedió con otros músicos o artistas. Talvez porque no lo admiraba, porque no me gustaba su toque. 

Estos días he leído sobre él. Una noticia jaló otra. En 2016, Watts fue el número doce en la lista de la revista Rolling Stone de los 100 mejores bateristas de todos los tiempos. Suficiente. Perdí el interés por saber quiénes más formaban parte. Nunca le interesó el showbusiness, ni vio MTV, ni publicó un tutorial en Youtube; no tenía un baterión, no hacia solos. Para mi gusto, era un batero duro, que redoblaba demasiado y con figuras sincopadas que no cuadran en el rock’n’roll; sin embargo,  rescato algunos arreglos percusivos, como el final en “Paint it black” -un símil con el “Bolero” de Ravel- y el swingsazo en “Slave”, lleno de punche, tocado con hartas ganas, bien rockero. Casi no sonreía; a veces tenía la mirada media perdida mientras tocaba, pero reconozco que ese perfil bajo me gusta. Se parece a mí. Sin poses, sólo tocamos la batería. 

Nunca fue ostentoso; sin embargo, vestía elegante fuera del escenario y dentro de él destacaba por no tener el mismo look que los otros stones. Parecía poco carismático, pero creo que era, sencillamente, parco, incluso con la prensa. Y supo dominar al monstruo de la fama, al que la gran mayoría sucumbe de inmediato. 

Nunca vi, en su momento, las fotos que se tomó con Elton John, Ringo Star o Neil Peart, entre otras estrellas, ahora republicadas. Fue a partir de su muerte que comencé a conocer a este abuelo de única nieta y descubrir su mundo desconocido para mí: su pasión por el jazz y los conciertos en los que él sí era la estrella, el entrevistado, el querido, reconocido y más aplaudido, el seguido por las cámaras, el hombre de los close ups, ajeno a cualquier pose, el relajado en la batería, el sonriente Charlie que disfrutaba como chancho acompañar un walking y hacer contacto visual muy filin con los músicos de su quinteto jazzero. Diametralmente diferente de lo que acostumbraba mostrar con los Rolling. 

Me gustó saber que en la madrugada posterior a un concierto le metió un puñete a un Jagger bebido porque lo llamó “su baterista”, algo muy frecuente entre los cantantes estrella o algún endiosado primera guitarra. Me sentí vengado. Y que refiriéndose al trasero del mismo Jagger visto desde su banco en la batería, dijera sonriendo que “es una de las mejores vistas del país”. Tenía su genio el hombre. 

Su muerte visibilizó al músico caleta, su rostro feliz, el orgullo por su trabajo. Me causó pena descubrir tarde a un artista entregado a su pasión, a un hombre sencillo, volcado a su familia, respetuoso y reposado y que ejecuta la batería jazzera con simpleza, gusto y corazón. "Charlie Watts me da la libertad de volar en el escenario", comentó Keith Richards alguna vez. Es el mejor cumplido para un baterista.

(c) LevAlbertoVidal/set2021

P.D. Este ensayo lo escribí al mes del fallecimiento de Charlie Watts (ago/2021), durante un taller de escritura.

viernes, 14 de octubre de 2022

PUBLICACIÓN DE "LAS MIRADAS"

 

                                                                  foto: Rose Falcão

Les comparto, con alegría infinita, la publicación de mi novela “Las Miradas”. 

El camino para escribirla fue largo y tuve que asumir varios costos, pero rico para crear a los personajes, desafiante para retratar sentimientos y situaciones, y generoso para aprender mucho de mí mismo. 

Esta es mi hija, que sacó lo mejor de mí durante casi cuatro años. Ahora toca verla crecer.

De venta en librerías: 

- Communitas (Av. 2 de mayo 1690, San Isidro)

- Escena Libre (Av. Camino Real 1075, San Isidro)

- El Virrey (Bolognesi 510, Miraflores)

Compras on line: Las miradas – Grupo Editorial Caja Negra

(C)LevAlbertoVidal/oct2022

viernes, 11 de junio de 2021

PROCESIÓN

Hola amor, ¿qué tal tu clase?

Pucha, una maravilla, como siempre. Ese profe es lo máximo. ¿Y tú?

Bien, esperándote… te preparé lo qu…

De repente, frunció el ceño, arrugó la nariz, pensó por dos segundos y…

¡Hueles a procesión!

Se acercó más a mí, puso su nariz sobre mi hombro, me olfateó las costuras, los botones y el cuello de la camisa, revisó el bolsillo, subió hasta mi cuello que despreció impunemente, cosa extrañísima en ella, alejó presurosa la nariz y fijó sus ojos en los míos, preguntándome con aire de desconfianza, manos en la cintura y seguramente maldiciéndome en sus adentros:

¿Dónde has estado?

Los ojos se me fueron hacia atrás. Con un movimiento robótico, levanté el brazo derecho hacia ella, mostrándole la muñeca.

Huele, dije.

Dudó, pero lo hizo.

¡Dios!, ¿qué es esto?

La respuesta a tu pregunta.

¡No respondiste dónde has estado!

Y ladeó la cara y aleteó los brazos en ángulo, como gallina que se espanta.

Le conté que en el taller de escritura habíamos utilizado olores como estímulo para escribir.

¡Noooo…, qué lindo ejercicio!, dijo, enseñándome por millonésima vez ese trabajo de orfebrería fina que dentista alguno ha hecho jamás en dientes humanos. Vamos a la mesa y me sigues contando.

Desde que llegué a casa, había dejado de pasarme la mano por las fosas nasales intentando en vano quitarme ese maldito olor. Maldito, digo, porque ni la fricción con la mano, ni agua con jabón, ni alcohol, ni el par de cigarros que fumé lograron ayudarme en mi propósito. Primero fue como un pachuli, luego olía a uniforme de mecánico, a escape de gas, a orines en la calle y cuando llegué a casa, a procesión.

Fui al baño para intentar una vez más acabar con la tortura. Me metí infructuosamente el índice en ambas fosas nasales, girándolo como si quisiera entornillarlas a la pared y sólo logré arañármelas y arrancarme unos pelos. Me consolé lavándome las manos y oliendo el aroma a rosas del jabón.

Entré a la cocina. El olor de la comida me jaló de la nariz hacia la mesa. Ella volteó hacia mí llevando en las manos un enorme plato de tallarines verdes con bistec, humeante, tan incitante como sedicioso, que devoré de una sola inhalación.

Antes del postre, mi mujer hizo el ademán de pararse, me cogió el rostro con ambas manos y se aproximó a mí. Olió. Sonrió y me echó una de sus miradas, esa de adolescente escribiendo en su diario cosas sobre nosotros, y mirándome, me estampó el beso más tierno en la punta de la nariz.

¿Todo bien, amor?

Todo…. sí.

©Lev Alberto Vidal/28oct2015